«Es más relevante el código postal que el génetico», sostiene un curso de verano de la UPV. Parece un título provocador, pero en la cruda realidad son datos. Sin ir más lejos, si todas fuéramos tituladas universitarias, se evitarían diez fallecimientos al día en la CAV.

El médico epidemiólogo Santiago Esnaola fue tajante en la charla que dio comienzo a la segunda y última jornada del curso de verano de la UPV-EHU sobre salud comunitaria: «El mayor problema de salud es la desigualdad social». Efectivamente, el lugar y el contexto en que nacemos determina nuestra esperanza de vida.
Según este miembro del Departamento de Salud de Lakua, aunque esta haya mejorado de una forma espectacular en los últimos 40 años, seguimos viendo claras desigualdades entre las clases sociales. Puso como ejemplo la diferencia abismal que existe entre un barrio pobre y otro rico de la ciudad escocesa de Glasgow. En el primero, la esperanza de vida es de 54 años, mientras que en el segundo se alarga hasta los 82.