 |
Viales vacíos de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la covid-19, en una bandeja en un centro de vacunación en Niza (Francia). REUTERS/Eric Gaillard |
Estimadas y estimados jefes y jefas de Estado:
Somos un grupo de organizaciones, académicos, líderes religiosos, activistas y supervivientes de la covid-19 que formamos parte de la Alianza People’s Vaccine, un movimiento global que lucha por el acceso justo a las vacunas y otras herramientas de la covid-19 para todas las personas.
Hoy, apenas un 2% de las personas que viven en los países menos desarrollados han sido vacunadas, y 10.000 personas están muriendo cada día por culpa del virus. En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Cumbre de Vacunas, les instamos a usar este momento para tomar medidas inmediatas y contundentes que consigan controlar el virus en todo el mundo.
La grotesca desigualdad que se está produciendo en el acceso a las tecnologías de la covid-19 está impidiendo acceder a la vacuna a muchas personas en los países en desarrollo y es responsable de una dramática e innecesaria pérdida de vidas. Esta desigualdad es producto de la falta de interés que ha habido a nivel global a la hora de maximizar la producción de dosis y abastecer a la mayor parte de la población mundial; a la hora de asegurar precios asequibles; y a la hora de impedir el nacionalismo de vacunas y el acaparamiento de dosis. La desigualdad en el acceso a la vacuna prolonga la pandemia y todo el sufrimiento que ésta genera, aumenta el riesgo de resistencia a las variantes y, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, costará miles de millones de dólares —y una creciente y dramática desigualdad— a la economía mundial.