2017-05-09

Menos camas por más dinero: el balance de 10 años de privatización sanitaria de Aguirre

El Observatorio Madrileño de Salud presenta un demoledor informe sobre los modelos de gestión privada de los hospitales inaugurados por Esperanza Aguirre. Tras una década de funcionamiento, Madrid tiene 300 menos camas, ha perdido más de 6.000 profesionales sanitarios y sus listas de espera quirúrgicas han aumentado
Aguirre coloca la primera piedra del hospital de Vallecas en presencia de
Manuel Lamela (izquierda) y Ruiz-Gallardón (de espaldas). EFE

La tres veces dimitida Esperanza Aguirre ostenta el dudoso honor de ser la única presidenta que, tras abrir once hospitales, ha reducido el número de camas disponibles en la red pública sanitaria. “Es el único sitio del mundo donde ha pasado esto”, ha explicado este viernes Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que ha presentado un demoledor informe del Observatorio Madrileño de Salud en el que hacen balance de los diez años de la privatización hospitalaria en la Comunidad de Madrid.

Aguirre hizo de la inauguración de hospitales el pilar central de sus campañas electorales. Todo comenzó en 2007 con la puesta en marcha de siete hospitales de gestión público-privada (conocidos como modelo PFI) y tres hospitales de gestión totalmente privada (conocido como modelo Alzira), a los que hay que sumar el concierto económico con la Fundación Jiménez Díaz, propiedad del grupo Quirónsalud.

En el informe han participado casi 30 ayuntamientos de la región, los sindicatos CCOO y UGT, asociaciones de profesionales sanitarios y más de diez entidades sociales, y concluye que diez años después de la apertura de once hospitales nuevos, hay 300 camas hospitalarias menos, más de 6.000 profesionales sanitarios menos y grandes sobrecostes en los tres modelos de privatización respecto al coste de la gestión totalmente pública. A esto hay que sumar numerosas aportaciones extrapresupuestarias para estos centros de gestión privada, total falta de transparencia en la gestión y escaso o nulo control público sobre el funcionamiento de los hospitales y el cumplimiento de los contratos.

El observatorio analiza por separado los tres modelos privatizadores empleados por Aguirre y sus colaboradores ─de los que una parte importante están encarcelados por diferentes casos de corrupción y malversación de fondos públicos─.

Los 7 hospitales que se salvaron de la privatización total

Aguirre inauguró, estuvieran operativos o no, los hospitales de Majadahonda, Vallecas, Parla, Aranjuez, Coslada, Arganda del Rey y San Sebastián de los Reyes. Todos ellos bajo el modelo PFI, que consiste en que una o varias empresas construían el hospital y se quedaban con la gestión de todo, a excepción de los profesionales facultativos, de enfermería y de cuidados auxiliares. Este modelo supuso, según el informe, la puesta en marcha de hospitales con un reducido número de camas que, salvo el de Majadahonda (que en realidad era un traslado del hospital Puerta de Hierro) y el de Coslada, tienen menos de una cama por cada mil habitantes. El promedio de camas por habitante en Madrid cuando se inauguraron estos centros era de 3,5 por cada mil habitantes, hoy es de 3,3, mientras que la media de la Unión Europa es de cinco por cada min habitantes.

Al mismo tiempo, el personal sanitario que se destina a estos centros es “claramente insuficiente” y muy escaso si se compara con hospitales de gestión 100% pública del mismo tamaño. Así, ninguno de ellos llega a tener un médico por cada mil habitantes y poco más de un enfermero. Si se compara con las cifras del hospital público de Móstoles, que cuenta con 1,4 médicos y 4,5 enfermeros por habitante, las cifras son bastante ilustrativas de la calidad asistencial de estos centros que Aguirre vendió como la panacea.

El informe destaca además que las plantillas de estos hospitales se formaron con traslados de personal de la Sanidad Pública, lo que ha ocasionado una disminución global de trabajadores sanitarios de la red pública. En concreto había 6.000 profesionales menos en 2015. Al mismo tiempo, el sobrecoste de este modelo fue escandaloso. Según las estimaciones del informe, el sobrecoste final de estos siete hospitales estará ocho veces por encima del precio de su construcción. La edificación costó a las empresas concesionarias unos 700 millones de euros. A cambio, recibían una concesión a 30 años que inicialmente fue de 158,2 millones de euros (4.746 en 30 años). Pero en 2010, ya con Ignacio González como presidente, se incrementó en casi dos millones anuales más, después de que las empresas constructoras (algunas de ellas investigadas por casos de corrupción de Madrid) afirmaran que no les salían las cuentas.

Todo ello sin contar las “múltiples subvenciones ocultas” que han recibido estas empresas, que poco a poco se han desligado de los hospitales, vendiéndolos a multinacionales y a fondos de capital riesgo. Por ejemplo, la sanidad pública se hizo cargo del mantenimiento del hospital de Majadahonda, cuando ese gasto le correspondía a la concesionaria, entre otros detalles.

No contentos con este modelo, González y su consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, trataron de convertir estos siete hospitales y varios centros de salud en centros de gestión totalmente privada, lo que suponía un incremento del coste de las estancia hospitalaria a más de 2.000 euros por día, cuando en la red pública era de 678 euros al día. La movilización ciudadana y los tribunales tumbaron finalmente el proyecto privatizador.

Modelo Alzira: exportando un sistema fracasado
Hospital  de Alzira
La otra modalidad de privatización comenzó en la localidad valenciana de Alzira, donde el Gobierno de Francisco Camps puso en marcha el primer hospital totalmente privado que atendía a pacientes derivados de la sanidad pública a cambio de un canon durante varias décadas. Este modelo quebrado será revertido por el actual presidente, Ximo Puig, pero al entorno de Aguirre le pareció tan buena idea que lo importó.

En 2007 se inauguró el hospital de Valdemoro; en 2011, el de Torrejón; en 2012, el Rey Juan Carlos de Móstoles; y en 2014, el de Collado Villalba. Todos siguiendo un modelo notablemente más caro y con concesiones a 30 años. Según el informe, estos cuatro centros costaron a las arcas públicas casi 410.000 euros por cama al año, mientras que en los hospitales de gestión tradicional el coste fue de casi 355.000 euros al año, es decir, casi un 15% más caros que los hospitales de la misma categoría de la sanidad pública y gestión tradicional.

Al mismo tiempo, denuncia el informe, estas concesiones y sus sucesivas compras han generado un “verdadero oligopolio”. Tres de estas cuatro concesiones administrativas están en manos del grupo Quirónsalud, que también ostenta la concesión de la Fundación Jiménez Díaz, un hospital privado al que la sanidad pública deriva pacientes a cambio de una canon anual. En total, este grupo empresarial privado atienda a un 12,47% de la población madrileña.

Y no es sólo el sobrecoste lo que preocupa al Observatorio Madrileño de Salud, sino el “castigo económico” que han sufrido los hospitales públicos más cercanos a estos centros privados, que ven reducidas sus partidas presupuestarias. “De esta manera disminuyen los recursos públicos, se cierran camas y hay menos personal, lo que favorece la derivación hacia el centro privado”, apunta el informe, al mismo tiempo que los centros privados se especializan en atraer y tratar “aquellos enfermos que presentan patologías rentables”, mientras que los enfermos graves o que requieren tratamientos más costosos se derivan a los centros públicos.

Fundación Jiménez Díaz, más dinero en plenos recortes

Por último, el informe analiza el Hospital Fundación Jiménez Díaz, un centro privado con una larga historia que en 2008 pasa a ser el hospital asignado a 400.000 madrileños. También se le asignan dos centros de especialidades de la red pública: el de Pontones y el de Quintana.

Entre 2009 y 2013, el periodo de crisis económica y recortes del gato social, el presupuesto sanitario per cápita en Madrid cayó un 18,5%. Pero este hospital ha visto aumentada en un 40% su financiación pública anual, pasando de 211 millones de euros en 2011 a 295,5 en 2016. Sin contar “aumentos extrapresupuestarios” como el de 2011 (94 millones más) o el de 2015 (casi cien millones extra).

Una evolución del gasto público que, según el informe, muestra una clara tendencia: aumento del gasto en conciertos económicos y disminución de la inversión en centros públicos. Concretamente, afirman el observatorio, el presupuesto para la sanidad privada ha pasado de 755 millones de euros en 2012 a 962 millones en 2016, según las cifras oficiales, de las que recelan las organizaciones.

“No existe ninguna evidencia de mejora en la asistencia sanitaria en la región, tal y como se deduce de la opinión de la ciudadanía expresada en los Barómetros Sanitarios y en el aumento del número de ciudadanos en lista de espera quirúrgica, que han pasado de 27.672 en 2005 a 84.000 en 2016”, apunta una de las conclusiones del informe.

“Si no ha mejorado la calidad asistencial y ni han disminuido las listas de espera, ¿cuál ha sido el objetivo de este cambio de gestión?”, se pregunta el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Pide una auditoría de las cuentas de estos centros por parte de la Inspección Sanitaria y el Tribunal de Cuentas, dado el “entramado de corrupción política” del PP en la Comunidad de Madrid y teniendo en cuenta que muchas de las constructoras concesionarias de estos centros aparecen en los papeles de Bárcenas, la trama Púnica o la reciente operación Lezo que ha llevado al expresidente Ignacio González a la cárcel.

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Recogida de firmas promovida por la Federación de Asociaciones Defensa Sanidad Pública (F.A.D.S.P.) solicitando la Derogacion de la Colaboración Público Privada en sanidad.

8 comentarios:

  1. Según iba avanzando en la lectura del Informe del Observatorio Madrileño de Salud, había momentos que dudaba de si se estaban refiriendo a la situación de la atención sanitaria en Madrid o lo hacían de la situación de Tolosaldea, ya que muchas de las deficiencias que se mencionan en el mismo se han ido repitiendo en nuestra comarca durante los cinco años que ha estado en vigencia el anterior convenio. La diferencia que existe es que en Madrid se construyeron unos hospitales y en Tolosaldea la clínica ya estaba en pie y era de propiedad privada con anterioridad.
    Así menciona la falta de Evaluación( en Tolosaldea no se ha evaluado el Convenio Vigente en los últimos 5 años) ;falta de Transparencia( en Tolosaldea hemos debido recurrir a los partidos políticos presentes en el Parlamento para poder acceder al Nuevo Convenio); falta de Control Público de la actuación privada ( la dirección de nuestra OSI esta bajo mínimos y encima los pocos que figuran en el organigrama están missing en la comarca); Desmantelamiento de centros públicos cercanos( tenían intención de cerrar el ambulatorio de especialidades, gracias a la pelea de los vecinos por lo menos se ha conseguido que se mantengan las especialidades médicas); Personal sanitario claramente insuficiente( a la clínica de la Asunción le falta 1/3 mas del personal que tiene ahora para equipararse a un hospital de gestión pública…, además de tener nosotros otras particulares deficiencias a añadir a las comunes.
    Y se parecen, como si se hiciesen estas mismas evaluaciones se parecerían a los resultados de Alzira , a los de Barcelona, a … porque no hay otra forma de conseguir más que ocultando, alterando, no inspeccionando los datos , además, naturalmente, que empeorando las condiciones de trabajo de los trabajadores …,, que con una gestión en la que la empresa privada se queda con un porcentaje X del dinero que llega a una comarca, se pueda dar una atención de mejor calidad que en otra en la que todo el dinero se utiliza para atender y beneficiar a toda la población, como nos han estado vendiendo durante todos estos años y nos quieren seguir vendiendo.
    ¿ Como es posible que sean capaces de vendernos estos chandrios y que la gente, entre los que se encuentran profesionales sanitarios, se los traguen sin rechistar? ¿ Como es posible que los medios de comunicación afines al poder económico, nos puedan vender duros a peseta?

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  2. Pues a mi lo que me asombra, creo que más correcto sería denominarlo indigna, es que como recoge el artículo la evaluación ha tenido que partir no de quien tiene la obligación de velar por la atención sanitaria de la población atendida( Ministerio de Sanidad, Comisión de Sanidad de la Comunidad de Madrid,..), que han venido ocultando todo lo que han podido la información de estos datos, sino que la evaluación la han tenido que realizar “En el informe han participado casi 30 ayuntamientos de la región, los sindicatos CCOO y UGT, asociaciones de profesionales sanitarios y más de diez entidades sociales” .
    Vamos, lo mismo que en Tolosaldea , que si no hubiese sido por la información que ha venido proporcionándonos TOPA hubiéramos seguido viviendo en el limbo de los justos que nos presentaba la Dirección Territorial, la Consejería de Sanidad y….
    Algo parecido ha ocurrido tanto en la Comunidad Valenciana, como en Cataluña en los que ha tenido que producirse un cambio de mayorías en los parlamentos para que las dudas y verdades o mentiras de las excelencias de estos modelos comenzasen a aparecer .
    ¿ Tendremos que esperar que la gente se de cuenta de a donde nos quieren llevar algunos partidos y reflexione sobre a quien tiene que dar el voto en las siguientes legislaturas

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  3. Pero es que además la consejería de sanidad de la CAV va de modélica, de referente, de paradigma de una buena gestión y resulta que no realiza la primera medida a realizar tras la aplicación de una nueva actividad. La evaluación.
    Y nos dicen que la gente se encuentra muy a gusto con la atención que reciben ya que así lo han recogido en una encuesta de satisfacción mínima de generalidades a 251 personas, que les realizaron, de las cuales 2/3 partes eran mayores de 65 años.
    ¿ Y de si se han cumplido los objetivos que se planteaban para el cambio a un Nuevo Modelo Asistencial, nada ?

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  4. Como se puede comprobar en este informe y como hemos podido ver en artículos anteriores aparecidos en esta web, todas las alternativas que por ahora se han encontrado y puesto en práctica al modelo público de sanidad han sido un desastre (Alzira, Clinic de Barcelona, hospitales de Madrid en sus distintas versiones , clínica de la Asunción, Hospital de Urduliz, etc ).La razón de estos fracasos es que el motivo para modificar el modelo no tiene como finalidad el intentar mejorar el mismo en cuanto a calidad de la atención o de la gestión, o de adaptación a los cambios poblaciones … sino poniendo a estas circunstancias como excusa meter la mano en las arcas públicas que todos los ciudadanos proveemos religiosamente.
    Y así salen y nos van a los que las sufrimos.

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  5. “En los últimos diez años, en Madrid se han abierto diez hospitales nuevos y se ha trasladado uno de ellos. Sin embargo, en este periodo se han cerrado 300 camas. En 2016, el promedio era de 3,33 camas por 1.000 habitantes —en la Unión Europea la media es de 5 camas por 1.000 habitantes — . Desde el Observatorio Madrileño de Salud denuncian que este hecho se debe al cierre en paralelo de camas en los hospitales preexistentes.
    El número de personas en lista de espera quirúrgica ha pasado de 27.672 en junio de 2005 hasta los 84.000 en septiembre de 2016. “No existen evidencias de mejora de la asistencia sanitaria en la región”.
    ¿ Y aquí no pasa nada?
    ¿ Cómo es posible y aguantable este desastre?
    Y como ha ninguno de los responsables se les va a caer la cara de vergüenza ¿ Como es posible que la gente que lo está pasando tan mal, para los que una atención sanitaria adecuada en estos momentos es tan importante no sale a la calle a meter a estos sinvergüenzas en las cárceles?
    ¿ Como es posible que todavía haya personas que les sigan votando y ganen las elecciones después de los robos que nos están haciendo? . Tanto en el estado como en nuestra CAV.

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  6. “En los nuevos centros, el número de trabajadores por cama es inferior respecto a los centros de gestión tradicional. Esto “dificulta su capacidad para garantizar una atención sanitaria de calidad y evidencia que se hacen recortes para mejorar la rentabilidad empresarial sin tener en cuenta la calidad de la asistencia”, concluye el Observatorio”.
    Esto mismo viene diciendo TOPA desde hace 5 años en todos los foros a los que ha acudido : Comisión de Sanidad del Gobierno Vasco, Diputación de Guipuzkoa,Dirección Territorial de Sanidad …, que a la clínica de la Asunción le falta 1/3 de la cantidad de personal que tendría que tener si contase con unos ratios trabajador- asegurado similares a los existentes en los hospitales comarcales públicos de gestión pública, en todos los sitios nos dan la razón y no nos dicen que mintamos, pero nos contestan que el tema de personal de la clinica concertada la Asunción es un tema que solo les concierne a los gestores de la clínica, en los que ellos no se pueden inmiscuir. Y que ellos, la institución contratante no puede hacer nada .
    Pues si eso supone, como afirman los miembros del Observatorio y nos lo dice el poco sentido comun que podamos tener, una disminución de calidad de la atención que recibimos, se obliga a que aumente el personal o se le rescinde el Concierto y punto

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  7. ¿ Como se puede dejar en manos de empresas que realizan actuaciones como las que en el siguiente párrafo se mencionan, la sanidad de la población?
    Aunque no se conocen los datos oficiales sobre estos trasvases, el Observatorio matiza también que “las patologías que no son rentables las mandan al hospital tradicional”. La derivación de los enfermos más graves o que precisan técnicas diagnósticas o tratamientos más costosos a otros centros es “una costumbre de los centros concesionados que se especializan en atraer y tratar a aquellos que presentan patologías rentables”, señalan.
    Para estas empresas y los gestores de las mismas, los enfermos y la enfermedad son única y exclusivamente el medio para enriquecerse y esta es su única finalidad e interés al tomar parte en estos negocios.

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  8. “La ausencia de transparencia es la norma
    Desde el Observatorio, insisten en la falta de transparencia y de evaluaciones de los últimos hospitales abiertos y denuncian que existe “poca información pública confiable” sobre esta cuestión.
    No hay un control público sobre el funcionamiento de estos centros y el cumplimiento de los contratos que mantienen con el sector público, asimismo se desconoce, y se sospecha que no la habido, si se han aplicado sanciones por los numerosos incumplimientos conocidos.”.
    Y en Tolosaldea también.
    No han realizado una evaluación con luz y taquígrafos para ver si se han cumplido los objetivos que se marcaron a la hora de implementar el Nuevo Modelo Asistencial.
    A la plataforma TOPA les ha costado meses el conseguir el documento del Nuevo Convenio y finalmente se ha conseguido por medio de alguno de los grupos del Parlamento. Ha habido ocultamiento manifiesto de la información.
    Durante los años que ha estado en vigencia el anterior Convenio, la clínica ha realizado incumplimientos reiterados de las estipulaciones del contrato, denunciados por los vecinos de la comarca también reiteradamente en más de 1500 quejas, incumplimientos que como quedan reflejado en el mismo Convenio se penalizarían en caso de producirse y con mayor gravedad en caso de reiteración o reincidencia, sin prácticamente ningún resultado.
    Como manifiestan también los del Observatorio de Madrid, aquí tampoco se han aplicado las sanciones indicadas en el Convenio.
    Al parecer los Convenios son para la galería, no para cumplirse. Sobretodo si se realizan con amigos.

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