(Hoy traemos a este blog un artículo que a pesar de haber sido publicado hace unos meses, sigue manteniendo su actualidad)
Corren malos tiempos para un sistema sanitario público que, las autoridades de otros países, contemplan con envidia y toman como referencia para sus propuestas de reformas. La sanidad catalana -y la española- destacan en calidad asistencial, eficiencia en la gestión e investigación científica. Su capacidad de gestión traducida en uno de los menores costes por persona y año de los sistemas europeos y de investigación científica la han convertido en una apetitosa pieza para quien busca negocio.
Frente a los intereses corporativos que intentan devorarla y frente a los políticos que no han sabido o no han querido defenderla, ciudadanos y profesionales han ido generando plataformas desde las que hacer oír su voz e intentar parar su desmantelamiento. En este contexto surgió Dempeus per la sanitad pública –En pie por la sanidad pública-. Toni Barbará es uno de sus responsables. Aunque en su carnet profesional consta médico de profesión habría que añadirle, de primer apellido, activista por los derechos humanos.
Corren malos tiempos para un sistema sanitario público que, las autoridades de otros países, contemplan con envidia y toman como referencia para sus propuestas de reformas. La sanidad catalana -y la española- destacan en calidad asistencial, eficiencia en la gestión e investigación científica. Su capacidad de gestión traducida en uno de los menores costes por persona y año de los sistemas europeos y de investigación científica la han convertido en una apetitosa pieza para quien busca negocio.
Frente a los intereses corporativos que intentan devorarla y frente a los políticos que no han sabido o no han querido defenderla, ciudadanos y profesionales han ido generando plataformas desde las que hacer oír su voz e intentar parar su desmantelamiento. En este contexto surgió Dempeus per la sanitad pública –En pie por la sanidad pública-. Toni Barbará es uno de sus responsables. Aunque en su carnet profesional consta médico de profesión habría que añadirle, de primer apellido, activista por los derechos humanos.
Toni Barbará habla con pasión de cómo nació Dempeus y de los principios que la inspiraron: “Nuestro manifiesto recoge los tres objetivos que determinan nuestra acción: Defensa del Sistema Público Nacional de Salud, apuesta decidida por los sectores con más problemas de salud: jóvenes, mujeres, personas mayores, crónicos y discapacitados y, finalmente, conseguir el empoderamiento ciudadano, es decir, ejercer el derecho de ciudadanía a la salud. “No pedimos permiso, exigimos respuestas a la administración”.
Dempeus no es una plataforma gremial o de intereses profesionales “está abierta a todas las personas que quieren defender su derecho a una salud pública -nos explica Barbará. En la plataforma tienen cabida todas las personas que participen del objetivo de defensa de la salud entendida como forma de garantizar una vida autónoma, solidaria, completa, gratificante. “Nos preocupamos por la salud y los determinantes socio-políticos que inciden en ella”.
El nexo que une a los integrantes de la plataforma no puede ser más sencillo: “Somos personas que apostamos por una salud pública que aplicada aquello que decían nuestras abuelas: Vale más prevenir que curar”, nos explica Toni Barbará.
Están destruyendo el sistema público
Mirando al presente, el portavoz de la plataforma señala que “viene gente de Corea del Sur y se escandaliza al ver cómo, estos últimos dos años, se está destruyendo en un sistema sanitario extremadamente eficiente, que con muy poca inversión conseguía unos resultados excelentes. Un sistema alabado hasta por Obama”.
“La estrategia-explica-puesta en marcha para acabar con el sistema público sanitario tal y como lo conocemos ha superado la fase de verter toda clase de mentiras sobre ella para descalificarla y se adentra en su troceamiento y venta al mejor postor”. “Lo que realmente pretenden es destruir la sanidad pública utilizando eufemismos. Dicen que es imposible la asistencia sanitaria gratuita, cuando saben que no es gratuita, sino que está costeada con los impuestos de la gente; hablan de copago, y es un repago; dicen que el futuro es la colaboración público-privada, cuando lo que esto significa es la privatización y la parasitación de sistema público. No van a recortar lo que sobra, van a cargarse el modelo sanitario público...”, se lamenta Barbará.
Tratan la salud como mercancía
Para este activista de la defensa de la sanidad pública el peligro que se avecina es “dejar en manos de la caridad el sistema público y las enfermedades que no son rentables y lucrativas. Ese es el gran objetivo de las políticas de los gobiernos conservadores: tratar la salud como una simple mercancía”.
Los recortes en sanidad están siendo contestados por los profesionales de la salud de forma distinta en Catalunya y Madrid: “Los profesionales de la salud catalana tienen miedo porque los gobiernos de CiU han practicado una criba entre buenos profesionales, es decir, dóciles y sumisos y contestatarios. Estos últimos sufren represalias en su carrera profesional. A la gente se le puede pedir conciencia y espíritu crítico, pero no se le puede pedir heroicidades”, finaliza señalando otro hecho distintivo: “En Madrid, los recortes han sido brutales y en muy poco tiempo, en Catalunya se han realizado de una forma que podríamos calificar de anestesiada. Estamos igual de mal, pero lo que en Madrid ha sido una tormenta y aquí solo es lluvia fina, aunque el agua nos moja igual a todos.
Están llenando los bolsillos de las grandes corporaciones
Los recortes más allá de los recursos materiales tienen un componente ideológico o conceptual como prefiere denominarlo el representante de Dempeus: “Se ha dicho que hemos hecho mal uso o barbaridades como que el sistema es insostenible porque vivimos demasiados años, se nos dice que la crisis la debemos pagar todos, que debemos ser buenas personas porque, en caso contrario, podemos acabar como Grecia... pero la única forma de pararlos es luchar y rebelarse. Como decía Einstein, hacer las cosas una vez, dos veces, centenares de veces y esperar que cambie el resultado es una locura”.
Para Barbará los recortes afectan lo inmediato y el futuro, pero de manera desigual y artera:
“Si recortamos los recursos públicos y los derivamos al mercado estamos provocando una anemia fatal al sistema público y llenando los bolsillos de las grandes corporaciones”.
Las políticas macroeconómicas y de recortes del gasto público no son exclusiva de un gobierno: “El Govern catalán está siguiendo el juego al Gobierno del Partido Popular y ambos Coinciden con las formas de hacer de la UE.
La crisis aumenta los trastornos mentales
La inseguridad y el miedo al futuro parecen ser dos características de la actual situación. Sus repercusiones, más allá de lo económico, tienen una incidencia en la salud física y mental de las personas. Desde Dempeus perciben un crecimiento de “los trastornos mentales relacionados con la crisis”. La cobertura del sistema público de salud es deficitaria. “Parece un forma de dominar o desactivar a la ciudadanía, hacerla sumisa...”.
Junto a estos trastornos reaparecen enfermedades que se consideraban erradicadas de nuestro entorno: “Es el caso de las tuberculosis en Catalunya o la malaria en Grecia” destaca, Barbará quien afirma que junto a ellas también están las enfermedades de carácter medioambiental o social, las enfermedades relacionadas con el mundo laboral que convierten el trabajo, algo que debería ser gratificante y de avance sociológico, en patologías “cuando las condiciones laborales, como ocurre con muchos jóvenes, son precarias”. “La demostración de que esto es así nos la ofrece el consumo de psicofármacos que se ha duplicado o el índice de suicidios en los países que sufren la crisis. España lidera, por desgracia, este ranking”.
A punto de finalizar la entrevista, Toni Barbará ofrece un rayo de esperanza y de confianza: “Este sistema tiene, aún, calidad gracias a los trabajadores y trabajadoras del sistema público que están realizando un esfuerzo admirable”. Para ellos pide comprensión, apoyo y agradecimiento y que “nadie caiga en la tentación de enfrentar a los profesionales del sistema sanitario con los usuarios porque quien quiere conseguir este enfrentamiento son enemigos de unos y otros”.
Este hombre pausado y reflexivo, defensor de una sanidad de calidad para todos no arroja la toalla. Permanece firme y consciente de que la lucha es necesaria para evitar que la sociedad se vea privada de los que le pertenece y que ha construido con años de esfuerzo.
" ....conseguir el empoderamiento ciudadano, es decir, ejercer el derecho de ciudadanía a la salud. “No pedimos permiso, exigimos respuestas a la administración”.
ResponderEliminarMas alto se podra decir, pero no mas claro.
Y de momento no nos dejan mas camino que el de la movilización ciudadana
! NI UN PASO ATRAS ! ! JUNTAS PODEMOS !