«Tolosaldea recibe una atención sanitaria de igual calidad que el resto de comarcas»

MARÍA CABALLERO, DIRECTORA MÉDICA DE LA CLÍNICA ASUNCIÓN

Asegura que «es injusto que se ponga en duda la labor de toda una organización con el simple fin de defender una postura ideológica»

María Caballero, en su despacho. / IÑIGO ROYO

JUANMA GOÑI (El Diario Vasco)

Tolosa.

La directora médica de la clínica Asunción, María Caballero, es optimista ante la evolución del Covid. En esta entrevista, ofrece datos relativos al comportamiento de la sexta ola en la comarca, y da su punto de vista sobre el reciente abandono de los médicos internistas. Asegura convencida que «la población de Tolosaldea recibe una atención sanitaria de igual calidad que el resto de las comarcas».

–¿Cuántos pacientes Covid ha tenido la clínica en la sexta ola y cómo está la situación ahora?

–En los peores momentos hemos llegado a tener una horquilla de entre 15 y 20 pacientes ingresados. Afortunadamente la situación ha dado un giro y ahora nos movemos en cifras de 2-6 pacientes. La gran diferencia de esta ola respecto a las anteriores es que muchos de estos pacientes, en concreto los vacunados, ingresan no por Covid sino por otra patología, y es a la hora de realizarles la PCR previa al ingreso cuando se detecta que además están infectados.

–¿Tienen registrados los porcentajes de vacunados y no vacunados ingresados?

–En esta última ola, aproximadamente el 50% de los ingresados no estaba vacunado. El perfil de los no vacunados es muy concreto; son personas menores de 60 años, con una evolución de la enfermedad mucho más compleja y que, por tanto, requiere de un consumo mucho mayor de recursos humanos, farmacológicos y materiales, exigiendo una mayor provisión de medios. Las UCRIS (Unidades de Cuidados Respiratorios) que hemos habilitado en los hospitales secundarios han estado ocupadas, mayoritariamente, por pacientes de Covid no vacunados.

–Se han pospuesto operaciones no urgentes debido a esta última ola... ¿Cuándo va a restablecerse la normalidad?

–Se ha empezado a retomar de forma paulatina la actividad programada, evitando las cirugías demorables que requieran de ingresos prolongados para evitar colapsar las camas del hospital. En unas semanas esperamos que se restablezca la normalidad.

–¿Cómo ve la evolución de la pandemia, es optimista?

–Sí. Podemos decir que en este momento la situación está controlada gracias al alto porcentaje de la población vacunada y la baja agresividad de la cepa. Pero es conveniente seguir respetando las medidas de protección establecidas y ser prudentes a la espera de cómo evolucione el virus.

–Hablemos de las noticias de las que últimamente la clínica ha sido protagonista. ¿Por qué se han ido los médicos internistas?

–Desavenencias entre parte del equipo y la dirección que, lamentablemente, han acabado en la salida voluntaria de los profesionales. Es una situación que hubiésemos preferido evitar, pero es un tema laboral interno que nada tiene que ver con otras interpretaciones erróneas o de mala fe que se han hecho al respecto.

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«Ya se están incorporando nuevos médicos con el objetivo de completar, lo antes posible, el equipo de medicina interna» 

–Es difícil delimitar dónde empieza el conflicto personal y dónde el sanitario...

–Somos conscientes de la enorme importancia que tiene el servicio de medicina interna para nuestro hospital y ya se están incorporando nuevos médicos con el objetivo de completar, lo antes posible, el equipo de medicina interna. De hecho, a lo largo de este mes de marzo quedará completado nuevamente la totalidad del servicio. Es un conflicto exclusivamente personal e interno.

–El comité de empresa habla de desmantelamiento del servicio... ¿es esto cierto?

–De ninguna forma. Es un conflicto interno que ha degenerado en una situación que hubiésemos preferido evitar, pero en ningún caso se va a cerrar el servicio.

–¿Y por qué hay tantas desavenencias de este tipo en la clínica durante los últimos años?

–La carencia de médicos y la pandemia han tensionado las relaciones laborales en el ámbito sanitario, tanto público como privado, y estas situaciones también se están dando en otros hospitales. En nuestro caso se magnifican por cuestiones políticas. Tan cierto es que no se desmantela que está completada la renovación en un tiempo récord de 50 días.

–¿Pero no existe la sensación de que muchos médicos han abandonado la clínica en los últimos dos años? ¿No son demasiados, por qué ocurre esto?

–Estamos en un escenario inédito de carencia de médicos con titulación MIR, que afecta a todo el sistema sanitario, público y privado, distorsionando enormemente las relaciones laborales, dificultando la captación y fidelización de profesionales. Hay mucha demanda y poca oferta y, tradicionalmente los profesionales sanitarios suelen preferir trabajar en el sistema público, así que nos resulta difícil competir con otros hospitales de la red pública.

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«Nuestras condiciones laborales y de remuneración están al nivel de las de Osakidetza» 

–¿No será que optan por la sanidad pública porque tienen mejores condiciones para trabajar?

–Nuestras condiciones laborales y de remuneración están al nivel de las de Osakidetza. También hay problemas administrativos que juegan en nuestra contra...

–¿Puede ponerme un ejemplo?

–La incompatibilidad de que un profesional pueda atender a pacientes de la red pública en dos centros diferentes. Esto limita, aún más, nuestras posibilidades de contratar o retener médicos.

–Pero hubo 'movimientos' y muchos cambios en traumatología, anestesia, cuidados intensivos...

–En su día se tomó la decisión de reconvertir la unidad de cuidados intensivos, UCI, en una UCIM, unidad de cuidados intermedios, porque esto estaba más acorde con las dimensiones y tipo de actividad de nuestro hospital. Ningún hospital comarcal cuenta con una UCI y, en este sentido, éramos una rara avis. En lo que se refiere a traumatología y anestesia, muchas de las salidas se enmarcan en esa tremenda distorsión que está causando la carencia de médicos, pero podemos decir que ambos equipos llevan ya tiempo funcionando con absoluta normalidad y resultados sobresalientes.

–También hay que aludir a la falta de hematología...

–El hematólogo que teníamos decidió dejar el hospital en diciembre para emprender un nuevo proyecto profesional, fuera de su especialidad de hematología. Tras dos meses de intensa búsqueda, hemos dado con un profesional con un perfil excelente, que se incorporará este mes.

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«Nuestra evaluación global nos sitúa en puestos excelentes de la red vasca»

–¿Se puede ofertar el mismo servicio sanitario público si la gestión es concertada? ¿No estamos en desventaja en Tolosaldea con respecto a otras comarcas?

–Aquí hay dos planos diferentes. El ideológico y el asistencial. Del primero no puedo decir nada. Las posturas ideológicas de cada cuál son legítimas y por muy bien que funcione un hospital privado siempre va a haber quien se sitúe por concepto en su contra. Pero en lo que respecta a la parte asistencial, sí puedo decir, con datos objetivos, que la población de Tolosaldea recibe una atención sanitaria de igual calidad que el resto de las comarcas.

–¿Cuenta con parámetros objetivos para corroborar esta afirmación?

–Cada año pasamos por evaluaciones externas que arrojan resultados excelentes en indicadores como listas de espera, infecciones nosocomiales o satisfacción de los pacientes. Nuestra evaluación global nos sitúa en puestos excelentes de la red vasca. Por ello me parece muy injusto que se ponga en duda la labor de toda una organización, con informaciones sesgadas o sacadas de contexto, con el simple fin de defender una postura ideológica. Desde mi punto de vista, ambos planos deberían estar separados.