Goio Moreno
Trabajador del Hospital de Cruces y delegado de LAB
Iritzia: GARA 2015/08/14
Es responsabilidad de este Departamento velar por la salud de las personas y salvaguardar el sistema sanitario de Euskadi como público, universal y de calidad» (Jon Darpón Sierra, consejero de Sanidad).
Qué frase tan bonita, si no fuera vacía, sin contenido real.
Como trabajadores y trabajadoras del Servicio Vasco de Salud/ Osakidetza nos vemos en la necesidad de sacar a la luz los tejemanejes que se traen estos «supergestores» que tenemos la suerte de tener en Osakidetza, y más en concreto en el Hospital Universitario de Cruces (HUC), en otra época no muy lejana punta de lanza de una forma de hacer que a día de hoy no es más que una mera anécdota de lo que fue.
A continuación, una serie de ejemplos de la gestión que realizan en una empresa pública pagada por todas y todos y que se encarga de algo tan primordial como la salud de las vascas y los vascos.
Allá por 2012 se construyó en este hospital un nuevo edificio de laboratorios y se desató un conflicto del colectivo de operarios de servicios, con el apoyo de los sindicatos, para exigir a la dirección el cumplimiento de el apartado 13 del decreto 106/2008 de 3 de junio, en el que Osakidetza asume el compromiso de no externalizar o privatizar nuevas áreas o servicios. No se cumplió con esto, cediendo el servicio de limpieza de dicho edificio a una empresa privada, como es Garbialdi, que parece tener muy buena conexión con Osakidetza. Si estas labores se hubieran realizado con personal propio de Osakidetza, el dinero gastado habría sido menor, con unas mejores condiciones laborales.
En la cafetería del Hospital de Cruces tenemos otra gran empresa, Eurest, que vuelve a saltarse de nuevo dicho apartado en el que las empresas subcontratadas no pueden contratar a una tercera y menos aún por medio de una ETT. Pues Eurest sí lo ha hecho.
En el archivo de este hospital se ha contratado a una empresa pirata que se llama Severiano Servicios Móviles. Esta empresa se dedica a digitalizar y expurgar las historias de pacientes del hospital. Fue contratada por el módico precio de un millón de euros por dos años, con el compromiso de mantener la plantilla mientras hubiera trabajo. Con la intención de «secar» la carga de trabajo para justificar el despido de casi la mitad de la plantilla, tuvo la desfachatez de saltarse de nuevo el apartado anterior al contratar por medio de una ETT a tres trabajadores a destajo. Lo más sangrante es que las indemnizaciones del despido de las personas del archivo se pagaron con dinero público, mientras la dirección del hospital miraba para otro lado.
Otro ejemplo es el campo de la electromedicina y la reparación de ciertos aparatos del hospital. Aunque en el Hospital de Txagorritxu existe un buen ejemplo de cómo este servicio es mejor y más barato con personal público, la Dirección de Osakidetza hizo oídos sordos a esta posibilidad y ha seguido contratando una empresa privada en Cruces.
El servicio de lavandería lo realiza Ilunion. Esta es una empresa que pertenece al grupo de la Once y da trabajo en condiciones infrahumanas a personas con algún tipo de minusvalía. Pues bien, también en este caso la dirección de Cruces se lava las manos y no toma cartas en el asunto.
Con la empresa Ambulancias Bizkaia hubo otro conflicto en el cual despidieron a trabajadores por el mero hecho de denunciar las inculcaciones de derechos. El gerente de esta empresa prefería pagar indemnizaciones conseguidas con dinero público a respetar los derechos de la plantilla.
¿Es esta la forma de salvaguardar el sistema sanitario de Euskadi?
¿No es responsabilidad de este Departamento velar y salvaguardar el buen funcionamiento del mismo?
¿Es verdad que el compromiso con las personas es tal?
No obstante, con la apertura del nuevo Hospital de Urduliz, Osakidetza tienen una oportunidad de oro para demostrar si verdaderamente tiene un compromiso nítido con un servicio público, universal y de calidad creando empleo público, universal y de calidad, salvaguardando así la Ley 12/2007 de 12 de abril del Estatuto básico del empleado público. En ella se señala que los ciudadanos tienen derecho al acceso al empleo público de acuerdo con los principios de igualdad, mérito y capacidad. Esto no sucede con los servicios privatizados, verdadero coladeros de personas enchufadas, en muchas ocasiones familiares o «amigos» de cargos y directivos de Osakidetza o los propios hospitales.
Lo que se vende como una forma de «gestionar racionalmente» los recursos no es más que una forma de repartir incentivos económicos en función de unos objetivos que priorizan el tema económico frente a la calidad asistencial y salvaguarda de los derechos pacientes, usuarios y trabajadores, privatizando el derecho a una sanidad universal, pública y de calidad.
La responsabilidad de lo que ocurre y de las medidas que está tomando Osakidetza es de los que votan a los partidos que gobiernan el Pais Vasco. Están aplicando politicas neoliberales que sonrojarian a la mismisima Margarita Thatcher y aquí todos tan contentos al son del txistu y tamboril y viendo corridas de toros.
ResponderEliminarEs lo que hay y lo que nos merecemos.
Aquí en este artículo, tenemos lo mismo, aunque en versión catalana(CIU), los hermanos mayores y adelantados del PNV de estos lares
ResponderEliminarSanidad pública menos pública “gracias” a Boi Ruiz
Àngels Martínez Castells – Consejo Científico de ATTAC España
Escribe hoy Jéssica Mouzo Quintans en la edición de Catalunya de ElPais que el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, retaba desafiante a la oposición en el Parlament: “¡Díganme algo que yo haya privatizado!”. Y no sólo reta al Parlament. También tuve oportunidad en 8tv de ver a Boi Ruiz blasonar de su defensa de la sanidad pública, de la ausencia de imputados en sanidad (?), de que la Oficina Antifrau sólo pedía “pequeños retoques”… y de lo contenta que la gente estaba con su gestión!
Boi Ruiz se especializa en cruzar los límites y “quedarse” también con la buena relación y agradecimiento de las personas enfermas hacia quienes les tratan -en circunstancias laborales adversas gracias al señor Ruiz en gran medida- con toda su entrega y buen nivel profesional. Convierte el alivio y respeto de las personas enfermas tratadas en la sanidad pública en aplauso a su gestión. Si antes Pujol era Catalunya (y ahora lo quiere ser Mas), Boi Ruiz es la sanidad. Porque puestos a quedarnos con lo que es de todos, esos señores de Convergencia no se andan con chiquitas en las maniobras de desposesión: Boi Ruiz se apunta en su haber, directamente, la estima de las personas enfermas a los profesionales que las atienden.
Para su arte de trilerío este conseller usa y abusa de los medios de comunicación. Nadie como Boi Ruiz pretende utilizar sus repetidas y melifluas apariciones en radio y televisión para mentir, mientras se hace la víctima incomprendida ante unas cámaras que, a su pesar, no le “quieren” nada y dejan filtrar su hipocresía de gran devastador… Y ahora cuenta la periodista cómo Boi Ruiz llevó su ya usadísimo “yo no he sido” ante el Parlament, negando la privatización sanitaria global de la que se le acusa por todas partes menos por una: la que se beneficia de sus atropellos. Y si bien es cierto que Boi Ruiz, al frente de su conselleria, no ha “vendido” (que se sepa) nada a entes privados, ni los pacientes tienen que pagar (REPAGAR) en el momento de ser atendidos en un centro público, las empresas privadas sí tienen cada vez más peso en el sector público a través de dos grandes eufemismos: la externalización de servicios y las alianzas estratégicas.
Y sigue: “La cúpula de Salud puso sobre la mesa desde el inicio de la legislatura un cambio de modelo del sistema sanitario. Dos informes de la consultora PriceWaterHouse Coopers (PWC) a petición del Departamento dibujaban la hoja de ruta del equipo de Boi Ruiz: el primero pasaba por trocear el Instituto Catalán de la Salud en una veintena de empresas abiertas al capital privado. El segundo sugería dejar en manos de entes con afán de lucro a 18 hospitales de la red pública propiedad de fundaciones y consorcios, y subastar 30 laboratorios y las ambulancias.”
Los hechos de estas dos comunidades ( Euskalerria y Cataluña)son los que muestran esos dos artículos. Probablemente en la mayoría del resto de las comunidades ocurriese hasta ahora lo mismo, espero que tras los cambios habidos en algunas de ellas, cambien también los hechos( que parece que está ocurriendo) .
ResponderEliminarLos dichos de los políticos son los que nos dan desde todos los medios de comunicación los políticos de turno.
No coinciden en nada lo que dicen con la realidad, pero no les importa.
Hace tiempo que perdieron la vergüenza.
Y algunos todavía se dejan engañar con sus mentiras, como podemos ver en los resultados electorales últimos.
Vicent Navarro se pregunta en este artículo lo mismo que en alguno de los comentarios anteriores se preguntan sus autores :
ResponderEliminar¿Por qué las derechas continúan ganando a los dos lados del Ebro?
http://www.attac.es/2015/08/04/por-que-las-derechas-continuan-ganando-a-los-dos-lados-del-ebro/
…………
El dominio de las derechas
A la luz de estos hechos ampliamente documentados, parece sorprendente que los partidos gobernantes responsables de tanto dolor y sufrimiento continúen siendo partidos mayoritarios hoy, tanto en España como en Catalunya. En realidad, hoy los partidos conservadores, liberales y los socioliberales (que se autodefinen, estos últimos, como socialdemócratas) que llevan a cabo tales políticas han caído en picado en la mayoría de países de la Eurozona, excepto en España. ¿Por qué?
La respuesta es compleja. Pero una de ellas es que dichas fuerzas políticas, e incluso más importante, los intereses económicos y financieros que representan, controlan y dominan las mayores instituciones responsables de la generación y reproducción de valores, noticias e información, tales como los mayores medios de comunicación y persuasión. Tanto los grandes canales de televisión como los mayores rotativos tienen como objetivo persuadir a la ciudadanía de la bondad de las políticas que benefician a esos intereses. Hacer esta observación no quiere decir que no aparezcan voces críticas en tales medios, aunque estas son claramente minoritarias, de manera que su posible impacto es menor e insuficiente para afectar el territorio ideológico dominante que define la “sabiduría convencional” del país, la cual marca las fronteras de lo que es considerado respetable, aceptable y de sentido común, definiendo toda actitud crítica como radical, utópica, irrealizable, totalitaria o, últimamente, bolivariana. En el discurso dominante, incluso términos y conceptos necesarios para entender científicamente y definir la realidad que nos rodea (términos tales como clase social, o clase trabajadora, o lucha de clases) desaparecen completamente. Ni en España ni en Catalunya los dirigentes de izquierdas utilizan ninguno de estos términos, por miedo a aparecer como anticuados. Hago esta observación no como crítica a los dirigentes de izquierdas (pues tal narrativa facilita el ataque del adversario), sino como descripción de una realidad, realidad que, a su vez, tiene sus costes, pues la narrativa que domina y que emplea el término “clases medias” para definir a la clase trabajadora, es limitada para entender, por ejemplo, que el objetivo de tales políticas es precisamente conseguir el debilitamiento de la clase trabajadora. ¿Cómo se explica, si no, el gran decrecimiento de las rentas del trabajo a costa del enorme aumento de las rentas del capital como porcentaje de la renta total?
……………….
En este artículo también hay otras respuestas a esa pregunta que se han hecho otros comentaristas anteriores.
ResponderEliminarLa manipulación del lógico miedo conservador
Alguien a quien por nuestras conversaciones creo inteligente y por nuestras discusiones se conservador me escribió ayer una frase, un dicho popular: "Más vale malo conocido que bueno por conocer". Sin animo peyorativo alguno es el axioma de continuidad perfecto para definir el pensamiento conservador que se puede acrecentar en el más gráfico y popular "Virgencita, virgencita, que me quede como estoy".
¿De donde provienen esos axiomas, esos mantras conservadores? La respuesta es simple y eterna: del miedo. Un miedo natural y comprensible a lo desconocido, al caos, a las cosas empeoren, a perder lo poco o mucho que ya se tiene. De un miedo muy humano.
El gran error de los no conservadores es despreciar ese miedo, es arrinconarlo y explicarlo como síntoma de formar parte de una élite económica o social que solamente quiere conservar sus privilegios. Los habrá -y los hay que son así- pero en realidad ese miedo en muchos llega de otra parte.
De las fuentes de información.
En España, por ejemplo ¿por qué tener miedo al PSOE o a IU, que ya han gobernado -a distintos niveles- y aunque puedan ser más o menos inútiles o tener ideologías distintas a la liberal no han supuesto amenaza ninguna? La experiencia demuestra que el miedo es infundado.
Y luego están las nuevas formaciones.
¿De donde viene el miedo a Podemos? De lo que saben de ellos ¿a través de quien saben lo que saben? Esa es la pregunta que deben hacerse. ¿viene de sus actos como gobierno?, obviamente no porque no han gobernado ¿llega desde su posición ideológica? Obviamente tampoco porque nada en su esculcado, analizado y observado con lupa programa electoral hace que se atisben tendencias amenazadoras a los derechos o libertades.(…)