Durante la campaña electoral varios partidos prometieron la reversión a la Administración de estos hospitales privatizados. El PSPV-PSOE hablaba de “recuperar el control público de las concesiones administrativas de forma progresiva, bien por finalización de contrato, por controles rigurosos o por incumplimientos de contrato”, Compromís proponía revisar las concesiones sanitarias y estudiar “las vías adecuadas que, sin coste añadido para la hacienda pública, permitan su reversión completa”, mientras que Podemos prometía “recuperar “gradualmente los servicios privatizados, revisando los contratos”.
Posteriormente en el Pacto del Botánico, firmado por los tres partidos citados, los contenidos pasaron a ser más imprecisos: “Recuperación del sistema sanitario público. Auditoría de los concesiones administrativas sanitarias (se supone que auditar un servicio público privatizado, pagado con dinero público, debería ser algo inherente, gobierne quien gobierne. Si el partido anterior no lo hubiera hecho, entendemos que sería gravísimo y los actuales partidos gobernantes deberían de actuar contra ellos) y estudio de las vías adecuadas que permitirían la reversión completa”.
Incluso, dos años antes los partidos actualmente gobernantes, (PSOE y Compromiso, con EU entonces en las Cortes) se habían comprometido públicamente con la reversión al sistema “público” de la gestión del Hospital de Alzira, sin informar de utilizar ningún tipo de “gestión diferida empresa pública o consorcio”, al menos no consta en el documento que firmaron con determinados sindicatos. En estos momentos, el Comisionado del Departamento de Salud de la Ribera, nombrado por este tripartito, anuncia que el hospital de Alzira será gestionado cuando venza la concesión en marzo de 2018, por un consorcio o empresa pública, ya que la “la gestión directa es muy complicada”.
Por tanto, ocho meses después de haber llegado al poder, estos partidos cambian el discurso y no hay muchos datos que permitan ser optimistas. Se están jugando 615 millones de ingresos anuales que desembolsa la Comunitat Valenciana para la gestión de los cinco hospitales y sus respectivas áreas de atención primaria a las empresas concesionarias (Ribera Salud que es controlada por el banco Sabadell y Centene, DKV, Dragados y Lubasa) y el PSOE, que controla la Consejería de Sanidad, ya ha avanzado que “a medida que venzan los contratos se irán rescatando”, es decir, no habrá rescate.
Según un informe que maneja UGT, el rescate de estos centros costaría alrededor de 400 millones de € (250 los de Valencia y 140 los de Alicante), por lo que todo apunta a que habrá que esperar a los vencimientos de las concesiones: Alzira en 2018; Torrevieja en 2021; Denia y Manises en 2024, y Vinalopó en 2025. Para este viaje, no hacían falta alforjas.
Suele ser interesante escarmentar en cabeza ajena y no cometer los mismos errores que han cometido los demás.
ResponderEliminarAntes de volver a firmar el nuevo Convenio con la clínica de la Asunción, es el momento de solucionar de una vez por todas con esta histórica discriminación de Tolosaldea , de ser la única comarca en Euskalerria con capacidad poblacional para ello( 65.000 habitantes) que no cuenta con un hospital comarcal público de gestión pública.
En Noviembre de este año finaliza el actual Convenio.
Movilicemonos todos para evitar este nuevo atropello a nuestra Calidad de Atención Sanitaria.
Para que las y los vecinos de Tolosaldea nos movilicemos, alguien tiene que proponer, planificar, incentivar y potenciar las mismas.
EliminarEso ya lo saben los representantes políticos.
ResponderEliminarTras el cierre de la clínica del Pilar yo le oí argumentar a la representante del PSOE en la comisión de sanidad de Gazteiz, Blanca Roncal , que el cierre de esa clínica que lo achacaban a la disminución de las derivaciones desde el sector público era la demostración palpable de que lo que valía en una clínica privada concertada más que el edificio en si era el Convenio que tenían con Osakidetza o el organismo público correspondiente.
¡ Que la clínica no quiere vender!.
Tranquilos .
Ya venderá, porque si no tendrá que cerrar como cerró la clínica del Pilar.
Y el sr Gomez Montoya será lo que sea, pero un tonto no es y se avendrá a negociar.