No compartimos que se desgajen departamentos sanitarios enteros y se entregue al sector privado la asistencia integral de la ciudadanía de la red pública.
Carmen Montón Giménez (Burjassot, 1976) es licenciada en medicina y máster en estudios interdiciplinares de género. Afiliada al PSOE desde 1992, ha ocupado distintos cargos electos hasta el 2004 en que fue diputada por Valencia en las Cortes Generales. De su trabajo parlamentario, destaca su participación en la ley que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo y de la de identidad de género, de las que fue ponente, así como de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, por la cual las mujeres en España tienen derecho a decidir sobre su maternidad.
En la actualidad es Consejera de Salud Universal y Salud Pública de la Generalidad Valenciana desde junio de 2015.
Sra. Consejera: ¿Cuáles eran los “pecados” del modelo Alzira de gestión para merecer su vuelta a la gestión pública?
La sanidad, el sistema sanitario público, es un instrumento de cohesión social, de garantía de derechos, de equidad, de lucha contra la desigualdad. Y esto solo es factible con plenas garantías desde la gestión pública. En anteriores etapas hemos vivido un proceso de desprestigio de lo público con recortes, exclusión sanitaria, dejadez, abandono de mantenimiento de equipos e instalaciones y falta de personal que tenía por objetivo desprestigiar la esfera de lo público y dejar en manos privadas la gestión del derecho a la salud.
Este gobierno no entiende el derecho a la asistencia sanitaria como motivo de negocio y, por ello, no podemos compartir que se desgajen departamentos sanitarios enteros y se entregue al sector privado la asistencia integral de la ciudadanía de la red pública, como ha sucedido en la Comunitat Valenciana bajo el llamado modelo Alzira.