2013-09-04

CRISIS Y SALUD

El Colegio de Médicos de Bizkaia hace públicas unas reflexiones dirigidas a los responsables del diseño y la gestión de la sanidad vasca, a los profesionales sanitarios y a la sociedad en general como usuaria de la misma, en unos momentos en que la crisis económica ha comprometido seriamente el estado del bienestar repercutiendo en la salud de la ciudadanía.

Bilbao, 2 de septiembre de 2013.- La salud de una sociedad está influenciada por múltiples factores que de forma convergente modulan un resultado en términos de salud poblacional.

Uno de esos factores, pero no el único, e incluso puede que no sea ni siquiera el principal, es el relativo a la sanidad, entendiendo como tal la provisión de servicios sanitarios tanto desde las administraciones públicas como desde ámbitos privados.

Estamos inmersos en una situación de crisis económica que destaca por la afectación transversal a muchos de los factores que influyen directamente en la salud de la población.

Es el momento de centrarnos no sólo en la sanidad, sino en la idea global de salud y en valorar cómo todos esos factores están influyendo de forma directa, y negativa en la actualidad, en la salud de las personas.

Situaciones de paro, de inestabilidad y precariedad laboral, de carencias en necesidades básicas, que han situado a muchas familias al borde de la exclusión social, están repercutiendo de forma tan grave en la salud tanto física como psíquica de los ciudadanos, que nos obligan a reflexionar sobre cuál será el coste en salud al que nos deriva el camino emprendido. Un camino que parece que de momento seguirá siendo el mismo ya que el presupuesto para sanidad sigue una línea decreciente, lo que implica una infradotación de recursos para una sanidad sostenible y de calidad.

Permanecer mudos ante este panorama, conviviendo en nuestra labor profesional diaria con personas cuya salud vemos cómo se va deteriorando, no nos parece de recibo. Cuestiones que creíamos olvidadas como la alimentación insuficiente o deficitaria o ciudadanos sin vivienda donde poder mantener los hábitos higiénicos necesarios para preservar su salud, están volviendo a hacerse presentes en el día a día de la realidad social actual. La inseguridad en que muchas personas viven por no tener garantizadas algunas de las necesidades básicas y derechos fundamentales, como pueden ser el de la vivienda o el de la alimentación, hacen que los profesionales médicos seamos testigos de un aumento de los riegos para la salud. Familias enteras ven peligrar su salud emocional debido a un sentimiento de indignidad hasta ahora desconocido para ellas.

Ahora bien, tampoco queremos abanderar posturas demagógicas que propugnen soluciones maravillosas que sabemos de antemano que no son más que brindis al sol.

Una situación tan compleja obliga a todos a adoptar unas actitudes responsables y acordes a la realidad que nos afecta:

POR LO QUE SE REFIERE A LA ADMINISTRACIÓN:

La necesaria dotación presupuestaria para poder satisfacer de forma eficiente la oferta sanitaria es una responsabilidad que incumbe a los gestores políticos y, por delegación, a los responsables de las empresas sanitarias públicas.

En una situación como la actual, es preciso reformar y priorizar, apostar por intervenir en los temas que consideramos vitales y relegar a un segundo término aquellos aspectos sanitarios cuya importancia consideremos relativa. La estrategia de intervención debe diseñarse bajo un criterio profesional y no meramente economicista, por lo que es sencillamente indispensable contar con la participación de los profesionales sanitarios en el análisis y en la toma de decisiones.

Políticas retributivas: La administración está tomando medidas restrictivas que afectan a los profesionales sanitarios con reducciones salariales muy importantes y ampliación de la jornada laboral. La desmotivación entre los profesionales y la rabia contenida son factores no despreciables a la hora de valorar su repercusión en la calidad de la asistencia que se presta. Creemos que este camino ha tocado fondo y el colectivo de profesionales sanitarios no podría soportar nuevos recortes en este ámbito sin que se derivaran consecuencias no deseadas.

Políticas tributarias: En este contexto, iniciativas como el "copago" se enmarcan en una política tributaria, siendo el "copago" una modificación de un impuesto indirecto ya existente en la actualidad.

Somos conscientes de que su aplicación en nuestra CCAA es consecuencia de una resolución judicial y que, por tanto, no admite mucho margen de maniobra, al tiempo que nos congratulamos al conocer que se están estudiando medidas para paliar en lo posible la repercusión de esta medida en la población económicamente más desfavorecida.

Son por tanto medidas de tipo político y no profesionales, pero es evidente que afectan tanto a la situación de los profesionales sanitarios como a la de nuestros pacientes.

Nos sorprende y nos decepciona que no se encaren medidas de gestión de alta complejidad, aunque sus resultados sean patentes a más largo plazo, ya que su necesaria implantación es imprescindible para la sostenibilidad del sistema, y que sólo se recurran a medidas de tipo impositivo que son de dudosa efectividad, de alta repercusión social, injustas en muchas ocasiones y de resultados, si los hubiera, cortoplacistas.

Política de prestaciones: Es posiblemente una de las áreas en las que más se puede trabajar, priorizando las prestaciones sanitarias que cuentan con el aval científico de la evidencia y de la eficiencia y postergando las que se sustentan en la complacencia y en criterios políticos ajenos a la labor profesional.
La política de recortes a ultranza a nivel general, está provocando una situación que, lejos de suponer un ahorro en los aspectos relativos a la salud, van a provocar, a medio plazo, un aumento del gasto por el deterioro global de los indicadores de salud.

POR LO QUE SE REFIERE A LOS PROFESIONALES:

Los profesionales tenemos que ser, más que nunca, conscientes de que la sociedad ha confiado en nosotros y ha puesto en nuestras manos una serie de recursos que se derivan de los impuestos de nuestros conciudadanos. Nosotros debemos devolverle esa confianza haciendo el uso más racional y eficiente posible de los mismos. Hoy en día, sería inaceptable financiar técnicas o utilizar recursos cuya eficacia no sea incontestable. Reclamamos y reivindicamos una Agencia solvente, independiente y profesional, que marque las prioridades del SNS al margen de coyunturas políticas o intereses industriales o particulares.
Debemos orientar nuestra actividad clínica hacia una "desmedicalización" de nuestras decisiones diagnósticas y terapéuticas, entendiendo como tal el evitar indicar pruebas, tratamientos y medicaciones que no sean estrictamente necesarias, haciendo especial hincapié en todas aquellas medidas de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad. Para ello sería necesario establecer los mecanismos normativos precisos para la salvaguarda jurídica de estas decisiones y evitar así derivas hacia la medicina defensiva.

POR LO QUE SE REFIERE A LOS USUARIOS:

Hay que trabajar y reforzar la educación sanitaria para que la población tome conciencia que todo acto sanitario conlleva un coste y que, de un usocorrecto de los recursos, se derivarán beneficios para todos, de forma que se pueda mantener la calidad asistencial en los temas prioritarios y siendo conscientes de que no se puede satisfacer una demanda absoluta y creciente. 
Actualmente, no nos podemos permitir el "todo y todo gratis". En ciertas prestaciones se podría evaluar una contribución proporcional a los ingresos, de forma que los que más tienen aporten en consonancia y de forma solidaria, para poder mantener las prestaciones a los que no pueden satisfacer esa aportación.
El paciente debe asumir la autorresponsabilidad en el cuidado de su salud y la corresponsabilidad en el tratamiento de su enfermedad.
Esta corresponsabilidad debe incluir el correcto uso en la utilización del sistema sanitario, no debiéndose desdeñar el contemplar algún sistema disuasorio del abuso.

El Colegio de Médicos de Bizkaia entiende que debe hacer públicas estas reflexiones, dirigidas a todos y en especial a aquéllos que tienen la misión y la responsabilidad de diseñar la política sanitaria, siempre desde el compromiso de velar por la salud de los ciudadanos.

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Publicado en la web del colegio de médicos de Bizkaia

5 comentarios:

  1. Ayer leíamos en la prensa que :
    Iñigo Urkullu avisa sobre los nuevos límites en el estado de bienestar
    El lehendakari, Iñigo Urkullu, avisó ayer de que la sociedad del bienestar del siglo XXI no será como la del siglo XX, porque «las capacidades del Estado y del campo público están cambiando». Según su diagnóstico, «al estado del siglo XXI se le ha reducido el monopolio de la actividad pública» y «no será el garante de todos los servicios que demanda el ciudadano».
    Lo que no declaró en cambio es que tampoco iba a ser el garante de los bancos, de los fondos de inversión , de las multinacionales , de los empresarios, a los que ponen todo en bandeja para que sus beneficios anuales cada año se vayan incrementando a expensas de que los ciudadanos cada vez estemos en peores condiciones laborales. Medidas impulsadas por estas fuerzas económicas y asumidas por los gobiernos de turno que posibilitan que cuando tienen beneficios todos son para ellas, que cuando tienen perdidas están son a cubrir por el Estado( o sea el conjunto de la ciudadanía).
    “Las capacidades del Estado y del Campo Público están cambiando”, porque cada vez hay más paro, porque cada vez los sueldos son peores, porque a los que teniendo podrían ayudar a mejorar esta situación, como los empresarios, las multinacionales ,etc se les posibilita todo tipo de desgravaciones tras las que al final paga mas un trabajador de una empresa que su “pobre patrón” a Hacienda, , por que los aportes a las arcas públicas son cada vez menores, cuando no tendrían que ser así si existiese una reforma fiscal adecuada.
    Por lo que, la manifestación de Urkulu de que no tienen intención de que el gobierno que ellos presiden , «no será el garante de todos los servicios que demanda el ciudadano», RETRATA PERFECTAMENTE, el tipo de política que tienen intención de potenciar. Si se lo permitimos, claro .

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  2. Pues hoy también se podia leer en la prensa que:

    EH Bildu intenta que el Parlamento inste a Lakua a pagar las Ayudas de Emergencia Social
    Muchos ayuntamientos se están quedando sin fondos para el pago de las Ayudas de Emergencia Social y el Gobierno de Urkullu asegura que no habilitará más dinero para este fin.
    Los 17,3 millones de euros presupuestados por el Gobierno de Lakua para el pago de las Ayudas de Emergencia Social se han quedado cortos. Y a cuatro meses para que finalice el año, ya hay ayuntamientos que no disponen de fondos para hacer frente a las necesidades de sus conciudadanos.
    La responsabilidad de garantizar esas cantidades es del Ejecutivo autonómico, pero su consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Juan Mari Aburto, ya ha anunciado que no va a ampliar la partida. Dice que no hay dinero.
    EH Bildu no comparte esa afirmación. Es una cuestión de elección. Las parlamentarias Belén Arrondo y Eva Blanco afirmaron ayer que «dinero sí hay; el problema es que el Gobierno prefiere gastarlo en cemento en vez de dedicarlo a lo que importa, que son las personas».
    Las Ayudas de Emergencia Social están previstas para que individuos y familias puedan hacer frente a una necesidad perentoria y urgente en una situación de carencia o estrechez de recursos económicos que se produce en un momento dado, motivada por causas ajenas a ellos o sobrevenidas. Se destina a gastos de vivienda, vestido, alimentación, salud y educación.
    El consejero Juan Mari Aburto sostiene que, a diferencia de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), que está garantizada por ley, las AES no son un derecho subjetivo y por tanto su percepción está «sujeta a la disponibilidad presupuestaria». Pero no puede olvidarse que quien determina dicha disponibilidad es el propio Gobierno, el mismo que dice no tener dinero para esta partida pero se ofreció a adelantar cantidades mayores para las obras del TAV en Araba y Bizkaia. Además, la legislación y el propio decreto de concesión de las ayudas determina que «en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Euskadi se consignarán anualmente los recursos económicos necesarios para la financiación de las cuantías de las AES».
    Arrondo y Blanco afirmaron ayer que «Urkullu y su equipo no se cansan de repetir que en el centro de su política están las personas. Pues que lo demuestren. Ahora tienen una ocasión inmejorable de demostrar que eso es verdad y no mera palabrería». Y añadieron que «cada día que pasa sin que el Gobierno solucione este problema es un drama para miles de familias, y en EH Bildu no estamos dispuestos a asumirlo en silencio y con resignación»

    MAS CLARO,SOBRE A QUIEN DEFIENDEN CADA GRUPO, AGUA.

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  3. De este artículo quisiera comentar el siguiente párrafo del escrito del colegio de médicos de Bizkaia:
    Situaciones de paro, de inestabilidad y precariedad laboral, de carencias en necesidades básicas, que han situado a muchas familias al borde de la exclusión social, están repercutiendo de forma tan grave en la salud tanto física como psíquica de los ciudadanos, que nos obligan a reflexionar sobre cuál será el coste en salud al que nos deriva el camino emprendido. Un camino que parece que de momento seguirá siendo el mismo ya que el presupuesto para sanidad sigue una línea decreciente, lo que implica una infradotación de recursos para una sanidad sostenible y de calidad.
    Ante una situación como la que estamos viviendo, la respuesta que se podría esperar de un gobierno que se preocupa de sus conciudadanos que como ellos dicen” tienen como centro de su política las personas”, sería la de que el presupuesto que se dedicase a la sanidad y a bienestar social se aumentase para intentar compensar las perdidas ocasionadas por la crisis. Pero los gobiernos de turno como dice el escrito del colegio de médicos de Bizkaia no solamente dedican un presupuesto para sanidad en linea decreciente sino que además se echan en brazos de la sanidad privada para que nuestra peor salud se convierta en su negocio.
    Y tenemos que aguantarnos al oir al consejero Darpón, repitiendo como un loro: "que su gobierno sin ninguna duda va a apostar por el sistema publico de salud y que Osakidetza no se va a privatizar"

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  4. Osakidetza no se privatizara, por que

    Al Gobierno Vasco actual y a quienes le apoyan, no les interesa en absoluto, que los costes que generan los pacientes crónicos y con necesidad de una atención especializada y cara económicamente, recaiga sobre "sus amigos" o lo que es lo mismo, vaya en detrimento de esos beneficio de quienes pretenden sacarlos, a costra de hacer negocio con nuestra salud,

    Para eso "necesitan" nuestro Servicio Publico de Salud, para convertirlo en el "Centro de beneficencia" que atienda a TODOS aquellos pacientes, que NO SON RENTABLES , y en "arca publica o cajon sin fondo" para cubrir los costos de atencion medica elevados por su complejidad, de aquellos pacientes,que SIEMPRE se derivaran a dicho Servicio.

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  5. “Una situación tan compleja obliga a TODOS a adoptar unas actitudes responsables y acordes a la realidad que nos afecta”, dice el documento del colégio de médicos.
    No es algo que se pueda dejar solo en manos de los políticos ya que estamos viendo la cantidad de intereses que pululan por estos medios sanitarios .
    No es posible que un tema que tiene tal influencia en nuestra calidad de vida como es la sanidad, lo dejemos en manos extrañas, mientras nosotros nos dedicamos al futbol, las carreras ciclistas o el footing.....
    No es posible que todos desde su sitio ( ciudadanos, enfermos, familiares, profesionales de la sanidad, sindicalistas, trabajadores, políticos….) no nos comprometamos mas de lo que lo estamos haciendo y dejemos hacer a todos estos intereses ocultos que no tienen otro interés que hacer negocio con nuestra salud, cargándose la sanidad pública.


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